Por José David Name
Senador de la República
Durante este último semestre
hemos recibido excelentes noticias sobre los avances de la incorporación
de las energías renovables al sistema energético nacional, una tendencia que
esperamos se mantenga durante el 2019, que se proyecta como un año propicio para
el auge de las energías limpias en Colombia.
A comienzos de agosto, el
Gobierno Nacional expidió las Resoluciones 40791 y 40795 de 2018, realizando así el
lanzamiento de la primera subasta de energía eléctrica que incorporará
energías renovables no convencionales a largo plazo en el país, un hecho
histórico para Colombia con el que se consolida la integración de
las energías renovables al Sistema Interconectado Nacional (SIN). El
proceso se realizará en enero de 2019, a través de una subasta para ofrecer
contratos por un periodo de diez años a todas las empresas con proyectos de
generación renovable.
El panorama de las energías
renovables en Colombia ha mejorado, más de 100 empresas en el país le están
apostando al uso de la energía solar para aportar en la reducción del efecto
invernadero y la sostenibilidad de la industria local. Hace unos días,
Celsia inauguró la planta de energía fotovoltaica Celsia Solar
Bolívar con una capacidad instalada de 8,06 megavatios, y además confirmó
avances en los proyectos ubicados en los departamentos del Cesar, Santander
y Tolima.
El pasado mes de noviembre, la
Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, Anla, anunció la aprobación de la
primera licencia para la generación de energía eólica en el país, para un
proyecto que tendrá una capacidad de generación entre 200 y 250 MW en un área
de 4.000 hectáreas en el corregimiento de Limoncito, municipio de Maicao. Son
muchos los proyectos que se están desarrollando para promover energías más
amigables con el medioambiente, números que esperamos aumenten para el próximo
año.
Los episodios de sequía
severa, los altos precios en las tarifas de energía y el problema que hay en la
Costa con Electricaribe son motivos más que suficientes para que se avance en
el tema de impulsar la diversificación de nuestra matriz energética, y se
procure para el próximo año una gran evolución en el desarrollo e inversión de
nuevas tecnologías para el sector.
Entre los avances que se
espera tengan un impacto positivo este nuevo año, encontramos la participación
de baterías para el almacenamiento de la energía producto de fuentes
renovables, estos nuevos sistemas de almacenamiento energético ayudarán a
solucionar uno de los principales obstáculos que impedía la participación de
las energías renovables dentro del SIN y permitirán un suministro energético
controlable. El almacenamiento por medio de baterías nos dará la oportunidad de
integrar las energías renovables dado que transforman una fuente no gestionable
(energía solar o eólica) en una fuente gestionable, teniendo en cuenta que la
energía puede almacenarse y ser entregada cuando el sistema lo requiera. En
este sentido, las entidades encargadas han avanzado en la regulación y están a
la espera de los comentarios de los agentes del sector eléctrico, pues han
entendido que es necesario implementar sistemas de almacenamiento, con el fin
de solucionar problemas relacionados con la falta de redes de transporte de
energía eléctrica.
También, podemos destacar la
implementación de la generación distribuida, entendida como la generación de
energía eléctrica conectada a la red de distribución y que se encuentra
instalada cerca de los puntos de consumo, impulsada desde inicios de este año
por la Resolución Creg 030 de 2018, que reglamentó el procedimiento para que
los usuarios produzcan energía y la vendan al sistema. Este tipo de generación
a través de plantas que se encuentran cerca de los centros urbanos permitirá
disminuir los costos que actualmente pagan los usuarios por concepto de
restricciones. De acuerdo con XM, el pago por restricciones alcanzó los 1,2
billones de pesos en el año 2017, y hasta el 26 de noviembre de este año, los
usuarios ya han pagado 1,6 billones de pesos en restricciones, lo que equivale
a un aumento del 33%, ocasionado por las limitaciones que tienen las redes de
distribución eléctrica para transportarla desde las centrales eléctricas hasta
los centros de consumo.
Adicionalmente, el impulso a
la autogeneración fortalecerá la participación de los consumidores.
Actualmente, existen proyectos de energía renovable a pequeña escala que
permiten a cualquier persona producir energía, lo novedoso está en que con la
implementación de las nuevas regulaciones, quienes obtengan excedentes de
energía producto de sus propias fuentes, podrán venderla al SIN, sin tener que
convertirse en una empresa de servicios públicos. Esto lo podrán hacer usuarios
residenciales, así como empresas que generen energía, siempre que la energía
obtenida sea menor a 100 kilovatios y cuenten con medidores especiales que cada
hora pueda medir la energía bidireccionalmente, cuando se consuma y cuando se
entregue al sistema.
En términos generales, y al
menos en lo que tiene que ver con la regulación del sector energético, 2019
será un año de referencia obligatoria en la historia de la energía eléctrica en
Colombia.
Tenemos la necesidad
ineludible de cambiar el modelo energético colombiano y para esto es
indispensable la consolidación de las energías limpias en este nuevo año. Hay Más.-